domingo, 24 de noviembre de 2019

Privacion de privilegios emocionales

Hablemos del hipotético caso de una pareja que ha tenido muchos problemas a lo largo del recorrido. Quizás, hipotéticamente hablando, uno de los dos siempre piense que el culpable es el otro, como suele pasar en las discusiones, fruto de un ego engrosado.

Digamos que hipoteticamente la “victima” de los desencuentros necesita castigar a la otra persona, quizás haciendole vacio existencial, quizás sin besos, sin sexo, sin decirle sus palabras de cariño, ésas que tanto significaban, sin abrazos, sin que de noche mientras duermen se acurruquen en cuchara, sin que sus brazos se impulsen hacia el cuerpo del otro cuando pasa cerca, sin miradas, sin sonrisas, sin complicidad.

Quizás, hipotéticamente hablando, uno le haya ido quitando privilegios al otro uno a uno, año a año, hasta que un dia sin quererlo mientras duerme te agarra, recuerdas como se sentía y te das cuenta que eres un perro viviendo de las migajas de cariño que el otro te quiere dar. Te das cuenta que así no se puede vivir, en una relación vacía en la que ya claramente no te aman. En la que “claramente” te lo has ganado a pulso.

Y coges tus maletas y te vas, sabiendo que aunque lo pierdes a él, al menos no te pierdes a ti mismo.

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