domingo, 2 de febrero de 2020

Juntos para siempre




Disney y las telenovelas nos enseñan un amor ideal dónde desde el principio parece que hay un destino de acabar con esa persona viviendo en un castillo y comiendo perdices.

La realidad es que uno puede dudar muchísimas veces durante la relación de si eso es lo que te hace feliz (aunque sólo sea unos segundos tras una discusión), que quizás a la bella durmiente no le guste el castillo de su principe (o directamente no quiera ser una princesa) y donde quizás a alguno le apetezca comer pescado alguna vez, en lugar de perdices todo el tiempo.

No hay finales felices. No hay papeles firmados ni hijos que den garantías al compromiso sentimental o la buena relación con nadie. No hay castillos que mágicamente te hagan sentir en un hogar. Todo teneis que hacerlo entre los dos día tras día. Esa es la realidad de las relaciones.

La verdad es que la clave para una buena relación no reside sólo en la confianza y los pequeños detalles. Los matices dependen de cada uno. Nadie podría decirte jamás cómo mejorar tu relación sin haberos analizado por separado y juntos. La confianza se gana de una manera en unas personas y los pequeños detalles no son necesarios recordarlos cuando hay buenas intenciones, en la mayoría de los casos.

Hay veces en las que las personas se parecen tanto que nunca dejarán de pelear y hay otra gente que tiene miedo a que las cosas salgan bien. No quiere decir que no te quieran, solo que quieren distinto.

Otras veces uno de los dos cambia porque se ha dado cuenta que no estaba mostrando una parte de sí mismo. Quizás ese cambio se convierte en un reto para la relación que podría ser causa de ruptura si no se acepta ese nuevo yo en que la otra persona se ha convertido ¿Tiene la culpa el nuevo yo? ¿O quizás el que no se adapta a que la gente a veces cambia?

Lo cierto es que si bien no hay una formula mágica para estar juntos sí que hay una para acabar con el amor en un suspiro.

  • Cuando en las discusiones usas las palabras tú seguido de siempre o nunca. Exagerar no beneficia nada a que la otra persona admita tu verdad, sólo conseguirás que lo niegue y se ponga a la defensiva por ello. 
  • Faltar el respeto, ya sea insultando o diciendo que la otra persona no es capaz de hacer algo. Que esteis acalorados en una discusión no es motivo para insultar, ni que te hayan hecho daño. No hay razón alguna para bajarle a alguien la autoestima. Si esa persona ha hecho algo imperdonable no tienes derecho a romperla por ello, simplemente sé mejor que eso y márchate. Siempre hay tiempo para comenzar de cero.
  • Criticar de tu pareja a otra gente. Nunca hables de tu pareja a otras personas si aún no le has dicho directamente lo que te molesta. En general, hablar despectivamente sólo provoca que el receptor odie a tu pareja y no entienda la razón por la que estáis juntos. Si bien es cierto que a veces se siente como necesario el consejo de alguna amiga (sobre todo cuando ya lo has hablado todo con tu pareja y sigues sin haber encontrado solución), hay que tener mucho cuidado con la manera de decir las cosas y no dejarse llevar por las emociones del enojo ya que es muy fácil que mientras hablas de un problema con tu pareja ligado con las emociones de enojo pueda parecer que no le quieres o incluso que le odias. Y tú no quieres que nadie piense eso que seguramente no sea verdad. Un buen truco para no fallar aquí es pensar que tu pareja te está oyendo todo el tiempo, aunque no sea así, evitaremos decir cosas de las que luego podamos arrepentirnos.
  • Que sea siempre el mismo el que busque al otro en las relaciones sexuales.  Esto puede provocar la falsa creencia de que el que no te busca no se siente atraído por ti, cuando quizás la realidad sea otra. Quizás tú necesitas más sexo que tu pareja. Por norma general los hombres suelen ser más sexuales que las mujeres. Si sientes que tu pareja no te busca quizás esté un poco aburrida de la monotonía. Quizás necesite formas nuevas de excitarse, más jugueteo por tu parte o quizás, nuevos juguetes. Sorprender a tu pareja hará que tenga ganas de volver a ti a buscar más de eso que tanto le gustó.
  • No priorizar el tiempo libre para estar con la pareja. Entiendo que la gente tenga hobbies, pero un hobbie jamás debería ocupar más tiempo en una persona que el que pasa con su pareja o sus hijos. Es una manera de demostrar que tu pareja no es tu prioridad y a nadie le gusta ser segundo plato.
  • Poner escusas cuando se hacen planes para no salir juntos. Lo único que entiendo como razones reales y no como escusas inventadas son la económica, la del clima y la de tener algo importante que hacer. Estoy cansado, no tengo tiempo, no tengo ganas o deberías haberme avisado antes no son escusas para no salir. Si uno necesita salir con su pareja a veces y al otro le pesa demasiado hacerle ese favor es que quizás no estéis hechos el uno para el otro.
  • Tener celos absurdos. Los celos suelen ser un reflejo de la baja autoestima de la persona. No valorarse lo suficiente a sí mismo provoca que creamos inconscientemente que cualquier otra persona es mejor para nuestra pareja que nosotros mismos. Tienes que recordarte que tu pareja te eligió por algo y que probablemente ese algo siga estando ahí en ti. Tener celos no te ayudará para nada a que tu pareja te sea fiel sino que por el contrario, esa mala relación que provocan tus dudas hacia el otro provoquen la distancia que necesita para buscar refugio en otra persona. Las infidelidades, la mayoría de las veces, no ocurren con alguien que le guste especialmente a la persona sino por oportunidad. Y no hay manera de saber cómo, cuando ni con quién. Sólo te queda confiar en tu pareja y quizás recordarle amorosamente alguna vez lo que te dolería si te lo hiciesen, por si acaso llega una mala oportunidad en el peor momento.

Hay muchísimas más cosas que se pueden hacer para que todo vaya cuesta abajo, si tienes en mente alguna escríbemelo en los comentarios, que ya que no podemos ayudar a garantizar una relación feliz, al menos podemos describir lo que no deberías hacer... o sí, depende de si tu objetivo es seguir o no con esa persona.

¡Besos!

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