martes, 22 de marzo de 2016

La verdad sobre el estilo de vida natural

Llevo un estilo de vida fuera de lo normal. Intento tomar la mayor cantidad posible de frutas y verduras, no comer afuera de casa (solo ocasionalmente), no usar microondas para nada, no darle potitos a mis hijos y comer la mayoría de mis verduras de origen orgánico.

Este estilo de vida no es nada fácil. La gente me pregunta si me compensa y la verdad, me siento tranquila en cuanto a mi salud porque sé que lo estoy haciendo para mí y los míos lo mejor que sé, pero da muchísimo trabajo. Tener que ensuciar una olla para calentar un vaso de leche para mis hijos, recalentar la comida al fuego y tener que batir fruta cuando nos despertamos a las 8 de la mañana es un trabajo. Ir al supermercado y leer todos los ingredientes de tus alimentos empaquetados para evitar químicos tóxicos y cancerosos no es moco de pavo.

Me quito el sombrero por todos los que han decidido que su salud está por encima de su tiempo libre, y de los comentarios de sus amigos, los cuales piensan que todo esto es simplemente una moda absurda o una obsesión alimenticia.

Dicen que todo tiene su precio, y en la naturaleza también es así. No hay atajos en la vida sin pagar un precio por ello. Ir en coche es coger un atajo y es perjudicial para el planeta y para nosotros mismos. Usar microondas es un atajo, produce radiación en las comidas y destruye los nutrientes. Los potitos de los niños llevan azúcar y su contenido ha perdido todas las enzimas que debería tener la fruta y la verdura casera.

No soy ninguna extremista. No quiero que hagas lo mismo que yo y no estoy aquí para que te sientas mal por tus decisiones ni para juzgarte sobre cómo llevas tu vida. Tu llevas tu vida a tu manera: Es tu decisión, y esta es la mia.



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