viernes, 13 de marzo de 2020

Diario de la cuarentena #1

Viernes 13 de Marzo, Quebec, Canada.

Hoy han proclamado la cuarentena en España por coronavirus con un par de centenar de muertos. Aquí en Canada apenas hay unas decenas de casos muy lejos de donde yo vivo pero viendo cómo ha avanzado de rápido el virus en Italia y España, he decido empezar la cuarentena voluntariamente desde hoy.

No he llevado a los niños al colegio teniendo en cuenta que mi hijo tiene autismo, no respeta la distancia interpersonal y se muerde las uñas. Además tengo que reconocer que estoy bastante asustada. Sé que los casos van a aumentar aquí en Canadá, seguramente no tan agresivamente porque Canadá actuará antes y con mejor eficacia, pero me asusta la situación en general y creo que en esta situación que estamos viviendo tener miedo es señal de cordura.

Hoy a las 14:00 han anunciado los colegios y guarderías que a partir del lunes estarán cerrados, tal como imaginé que pasaría. Canadá actuando anticipadamente y con eficacia, aún así las fronteras siguen abiertas para que los ciudadanos canadienses puedan volver a sus casas.

Me preocupa más la situación de España. Mis padres, mis sobrinos, la gente a la que quiero y llevo echando de menos ya un tiempo. Me preocupa no poder volver. Me preocupa no volverlos a ver. Me preocupa el haber sabido que algo grave y gordo iba a pasar este año y no haber conseguido hacer nada al respecto.

Le he dicho a mi marido que tenemos que ir a comprar, abastecernos para lo que va a venir. Me dice que aquí no va a pasar tan grave, que la gente es más civilizada, que no se va a acabar el papel higiénico, no sé si en realidad lo piensa o me lo dice para tranquilizarme, pero no me tranquiliza nada creer que la otra persona que tira del carro conmigo sigue andando a ritmo de paseo mientras yo tiro con todas mis fuerzas para ponernos a salvo lo antes posible.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Cómo es posible?

 Un día me pregunté cómo alguien era capaz de encargarse de otra vida a la misma vez que seguir viviendo la suya, y me convertí en mamá.  De...