¿Por qué no haces directos más a menudo? ¿Por qué no terminas el libro que estás escribiendo? ¿Por qué no te tomas el blog en serio? ¿Por qué ya no juegas al dreams? ¿Por qué no aprovechas tu potencial dibujando? ¿Por qué no terminas lo que empiezas? ¿Por qué Vero, por qué?
Si bien no tengo una respuesta que sea 100% cierta, os voy a responder todo lo que sé, o al menos lo que creo que sé. No hay una verdad absoluta, todo es relativo en esta vida.
La realidad es que ni siquiera los post que escribo en esta página "mamylandia" los termino en un sólo dia. La mayoria de las veces a pesar de tener en mi cabeza perfectamente alineadas todas las palabras que quiero escribir acabo dejándolo a medias.
De serie ya soy alguien que solía dejar las cosas a la mitad o desinteresarme de los proyectos en sus etapas más iniciales. Me distraía muy fácilmente y tenía demasiados intereses. Eso hacía que rápidamente pasase de un proyecto a otro ya que todos eran hobbies sin ningún fin lucrativo. Así he acabado a mis 31 años sin tener un buen portafolio que enseñar en mi búsqueda de empleo en artes gráficas. Tampoco tengo ningún juego de mesa terminado a pesar de llevar horas y horas sobre los hombros de aprendizaje y elaboración de los mismos. No sé si quiera a donde estan los pocos cuadros que he pintado a pesar que algún día pensé que quizás pudiese dedicarme a la creación del arte y ni siquiera recuerdo dónde he puesto los pinceles que solía usar.
A mis veintipocos años descubrí que tengo TDAH. Hasta mis doce años con hiperactividad y después de los doce la hiperactividad física fue transformándose en hiperactividad mental. No es algo de lo que me sienta orgullosa ni mucho menos, por eso no hablo de ello en mis directos ni se lo cuento a mis amigos. Intento ser normal, no demostrar mi creatividad desmedida que sin duda hace que mis días no sean "productivos". Me parece muy curioso que para alguna gente la falta de productividad signifique necesitar más creatividad y para mí sea todo lo contrario.
Soy alguien extremadamente desorganizada para quien los calendarios y horarios no significan nada. He aprendido después de muchos malos ratos que tengo que empezar a cocinar un par de horas antes de la hora de comer... aunque es cierto que lo primero que tube que aprender fue a mirar el reloj porque ni de eso me acordaba. No sé calcular el tiempo, ni los días y a veces incluso olvido quién me dijo aquella cosa tan importante. Si me apunto lo que tengo que hacer olvido que lo apunté y incluso si lo escribo en un post gigante de color fluorescente probablemente me acostumbre a verlo y no lo vuelva a leer. Soy un desastre y me siento terrible por ello, pero lo peor es no saber llorar y necesitar el arte como medio de consuelo. Es lo único que me hace sentir buena en algo. Lo único que siento que nací para hacer toda mi vida.
El arte es mi medio de expresión, mi medio de supervivencia, mi medio ambiente aunque debido a mi falta de constancia no sea mi medio económico, desgraciadamente.
Aprendí muchas cosas gracias a técnicas que creé con mi creatividad, como a poner el móvil siempre en la esquina más cercana a la puerta de los muebles, para no perderlo. A bañar a los niños todos los días a la 7:30. A comer garbanzos los martes y habichuelas los jueves para no olvidar ponerlos en remojo la noche anterior. A dedicarme a doblar y lavar ropa los viernes. A cortarles las uñas a los niños los domingos por la noche. A mirar en mi cocina todas las noches antes de acostarme por si me he dejado algo fuera de la nevera o la candela encendida. Porque pocas veces mi alerta interna me avisa cuando se me está olvidando hacer algo por costumbre. Simplemente no existe la rutina programada por hábito como en el resto de la gente y debo programarmelo yo de manera consciente. Me he vuelto una experta en improvisar, en encontrar escusas, en sacar castañas del fuego. En correr a última hora. En mirar a mi alrededor y preguntarme cuando se ensució todo tanto y agobiarme por que odio muchísimo el desorden.
Ya no vivo sola. Tengo un marido al que le debo ser todo lo eficaz posible. Tengo mis trucos y siento que cada vez soy más eficiente. Tengo dos niños, uno de ellos con autismo y cuando las cosas parecen empezar a hacerse más simples de repente se complican de nuevo. Espero ser lo suficientemente creativa para ésto, porque por primera vez en mi vida, lo voy a necesitar de verdad.
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