A mis suscriptores, a los que me donan y a los que están siempre ahí conmigo a los que ya considero como amigos míos.
Os voy a contar por qué no hago directos todo lo que me gustaría y por qué pocas veces estoy en el mood que necesito para exponerme a tanta gente.
Ya casi todos sabeis que soy madre y ser madre no es fácil. Pero es aún más difícil cuando tu hijo tiene autismo con discapacidad, el papá trabaja 7 días a la semana y la familia que está deseando ayudarte se encuentra a 5 mil km de ti. Tenemos momentos intensos, días malos, semanas interminables. Cuando yo me estreso entramos en un bucle sin fin en el que uno se alimenta de la energía del otro y nunca salimos del loop.
Además de necesitar a mi familia que está lejos mi papá lleva un año luchando contra un cáncer y le acaban de dar la noticia de que tiene que volver a darse la quimio. Es muy difícil recordar que con quien mejor se comunica tu hijo es con tu padre, que fue quien le ayudó a decir sus primeras palabras y ahora te dice con lágrimas en los ojos que ojalá pudiera darles a tus hijos un abrazo porque siente que quizás sea el último.
Y cuando ocurren estas cosas en la familia la pareja también se resiente, al menos la mia. De alguna manera le echo la culpa inconscientemente por estar aquí en Canada y darme esta maravillosa y solitaria vida llena de privilegios.
Ya no soy capaz de ser la Killa Fiestera que solía ser los viernes. No tengo fuerzas para crear como la Artista activista que apenas ha salido de mi armario para ustedes ya que dejarla salir... duele. No me queda apenas maná para ser la Vidente psicóloga de los lunes y la Gamer que hay en mí se ha vuelto una antisocial descuidada.
Necesito simplificar mi vida para poder encargarme bien de mis hijos y de mi misma. Espero que lo comprendáis.
Un beso a todos.
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