jueves, 26 de diciembre de 2019

La peor manera de vivir



Hoy le he dicho a mis padres que la peor manera de vivir es con miedo a morir. Esto fue porque mi madre me contaba los ataques de ansiedad de mi papá. Si jamás hubiera sufrido alguno no tendría manera de saber que lo que uno siente es miedo a un sentimiento negativo desconocido y pavor a que ese sentimiento o sensación sea una señal de nuestra propia muerte, simplificando: Miedo a morir.

¿Y por quĂ© tenerle tanto miedo a la muerte si una vez muramos seremos el Ăşnico que no sufrirá? ¿No tiene más sentido temer a la muerte de los que queremos por tener que cargar con esa ausencia para el resto de nuestras vidas? ¿Por quĂ© nos comemos tanto el coco con algo que, inevitablemente, todos vamos a descubrir algĂşn dĂ­a? ¿Por quĂ© existir desperdiciando una vida que se basa en la muerte? ¿No es quizás mejor aceptar que algĂşn dĂ­a lo descubriremos y dejar de pensar en ello?

Cuando uno no encuentra la respuesta pensando, es mejor esperar a que la respuesta llegue, pero la respuesta nunca está en medio del caos. Nunca aprobarás un examen si estás demasiado nervioso. Nunca encontrarás tus llaves si tienes demasiada prisa. Jamás encontrarás la verdad cagado cegado de miedo.

Los ataques de ansiedad son miedo sin fundamento a la muerte, pero en realidad el primer pensamiento que nos hace sentirnos mal sí tiene sentido. Hay que buscar ese primer malestar, ese primer pensamiento que nos agita por dentro y comprendernos profundamente. En mi caso, mis ataques de ansiedad empezaban con el sentimiento de abandono a mis padres. Ese sentimiento se alimentaba de la soledad que sentía y desembocaba en un miedo absurdo a morir en Canadá lejos de mis padres y a hacerlos sufrir de una manera terrible. La culpa estaba presente. No me perdonaba por haberme ido y el aburrimiento degeneraba mis pensamientos hasta convertirlos en mostruos que devoraban mi cordura. Hasta el día en que me di cuenta que cuando me muera no me va a importar.

Sin duda hay una filosofía de vida para todo el mundo. Una que yo no te puedo contar. Una que no está en los libros y que es diferente para cada uno de nosotros. Busca tu más allá y abraza esa creencia hasta el día en que el más allá te abrace a ti, pero hazte un favor a ti y los tuyos, y de aquí allí, aprovecha tu vida.

Vive sin pensar en tu muerte: Muere sin arrepentirte de tu vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿CĂłmo es posible?

 Un dĂ­a me preguntĂ© cĂłmo alguien era capaz de encargarse de otra vida a la misma vez que seguir viviendo la suya, y me convertĂ­ en mamá.  De...