Madres especiales

Mi hijo tiene autismo y hoy ha tenido una crisis, tiene 6 años.

Se ha metido en un bucle en el cual creia que su amiga estaba enfadada con él y le tenía miedo. No era así aunque ella estaba ignorándolo un poco... básicamente por que él se estaba poniendo pesado queriendo que ella lo perdonase y le diese abrazos. Repetía y repetía sin pensar.

Le dio un abrazo forzado y él se estaba agobiando hasta que obviamente, ella no lo quería al lado porque la estaba agobiando. No salía de ahí, de su bucle. Al final lo abracé yo, lo acaricié, le dije que todo estaba bien, hice como quien lloraba por verlo triste y luego cuando sonreí, todo... más o menos bien... le di la tablet un rato para cambiar su foco de atención y se le pasó.

Su primera crisis en la que me ha costado saber qué hacer. Ha sido duro, intenso, estresante. Hasta ahora no he entendido muy bien lo que era el autismo y está empezando a mostrar su cara más real. Estuve una hora perdida, sin saber qué hacer, en la que pasaron por mi mente mil preguntas.

Me pregunto cómo lo harán los profesores con él en clase ¿Cómo actuará cuando no estoy? ¿Cómo lo resuelven los demás? ¿Tendrá algún amigo si le han visto así? ¿Le habrán dado todos de lado y por eso se siente así? Y quiero huir, pero luego me doy cuenta de que es mi vida de la que quiero escaparme. Y respiramos, y seguimos respirando, y seguimos viviendo día tras día, paso alante, paso atrás, repetición tras repetición.

Nunca sabes lo que te depara la vida. Nadie espera un hijo con problemas.
O quizás te ha deparado una mala relación que no sabes cómo arreglar o cómo salir de ella.
En otras ocasiones la vida te interrumpe constantemente mientras intentas triunfar, o mientras simplemente intentas escribir por las noches.

Sea lo que sea que te depara la vida, lo importante es el jugo que puedes exprimir de ella. Si te da naranjas, haz naranjada, si te da limones, haz limonada, pero nunca, nunca te quedes sin zumo, porque la vida es muy corta para perdernos la esencia de las cosas.