domingo, 10 de octubre de 2021

Manifiesto

 Manifiesto de vida con fecha del 10 de octubre de 2021. 




Queridísimo universo. Este escrito te lo hago con una mano en el pecho y otra al aire en señal de conexión contigo: Quiero vivir. 

Aún me quedan muchas cosas por decir, por soñar, por experimentar, por errar, por perdonar, por agradecer, por no hacer y por rectificar. 

Quizás suene raro pero necesito experimentar ese momento en el que el padre de los niños se reencuentre con ellos y me sienta extremadamente culpable por haberlos separado. Y saber cómo será esa inimaginable vida si finalmente él vuelve, cómo nos llevaremos, cómo lo llevaremos. Si podemos estar tan juntos por los niños y lo suficientemente separados para no mezclar conceptos. Si podremos vernos sin matarnos ni volver a amarnos. 

Necesito vivir la muerte de mis padres y experimentar ese profundo dolor de saber que nunca más estarán en casa cuando abra esa puerta. Suena muy mal, pero es lo que me parece más correcto y jamás desearía que fuese al contrario. 

Vivir mi sueño por fin de tener una finca autosuficiente para darme cuenta quizás de que esa vida no es para mi y volverme a la ciudad. O si quizás acabaré compartiendo ese sueño con más gente y creando esa ecoaldea que se me ha pasado a veces por la nube de algodón rosa que tengo por mente. 

No quiero morir con la curiosidad de si escribiré un libro o acabará triunfando mi canal de youtube, o si quizás abriré un negocio y me arruinaré o acabaré dando charlas de superación personal por haber estado muy, muy al fondo del abismo. 

Quiero ver a mis hijos dándome preocupaciones cuando lleguen a la adolescencia, saber si serán lo suficientemente autosuficientes. Ver como Eli se escapa con su prima para llegar a una hora que normalmente no le permitiría y llamar a mi hermano con una copa de vino en la mano porque me mata la preocupación de no saber donde está. 

No quiero pensar que me has puesto todas estas maravillosas señales a lo largo de la vida para acabar conmigo ahora. No quiero, no debo, no puedo. Vivir pensando que puedo morir es atormentarme cada día, aunque sepa que hay grandes probabilidades de que ocurra pero mi libro aún no tiene un final y me niego a vivir en una muerte continua.

Vivir con miedo a morir es la peor manera existente de desperdiciar tu existencia.






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