Desde que me vino la menstruación por primera vez siempre he usado tampones. Me parecían muy cómodos e higiénicos y aparentemente lo son, pero siempre he padecido infecciones vaginales recurrentes y nunca entendí muy bien por qué hasta que empecé a comprender cómo funciona el cuerpo humano y cómo afectan los químicos a nuestro cuerpo. Así que comencé a buscar información de cual podría ser la causa de esas infecciones y descubrí que aparte de necesitar una alimentación más natural, me hacían daño los tampones.
Los tampones y las compresas están hechos de algodón. Un algodón que se cultiva con pestidas (glifosato) que es un producto altamente cancerígeno. Luego ese algodón recibe un tratamiento blanqueador con cloro. Lo que viene a significar que estamos introduciendo y tapando nuestra vagina con algodón impregnado en químicos (sí, químicos, adentro de tu aparato reproductor, no suena muy beneficioso para la salud), además en algunas ocasiones adentro de la vagina se quedan restos de pelillo de ese algodón. Los plásticos que contienen las compresas y los aplicadores de los tampones son muy perjudiciales para el medio ambiente y pueden tardar mil años en descomponerse, y se dice que cada mujer usa durante su vida unos 15.000 tampax, multiplicado por el número de mujeres... son demasiados residuos para nuestro planeta.
Me compré una copa menstrual, me costó unos 18€. Es de silicona médica (el material más seguro que existe ahora mismo) y en mi caso tube que comprar la más grande porque ya he sido madre dos veces y mi flujo es super abundante.
Hace ya más de seis meses que la uso. Estoy muy contenta con mi decisión porque además me daba mucho escalofrío la sensación de sacar el tampax cuando estaba medio seco (podría decir incluso dolor, a veces, me producía mucha sequedad). Mis infecciones han desaparecido y encima la copa menstrual dura años así que no tengo que andar gastando dinero en ella todos los meses ni acordandome de reponerla.
No te la recomiendo si eres de la que se quita los tampax casi con los ojos cerrados porque te da asco ver la sangre. Cuando la copa se llena no se nota como con los tampax, así que yo siempre llevo por si acaso un salvaeslip por si tengo alguna fuga (eso sí lo noto inmediatamente) cuando estoy fuera de casa. En cambio si voy a salir unas cuantas horas y sé que voy a necesitar cambiarme suelo usar tampax, porque para cambiarle la copa menstrual necesito tener un lavabo cerca para poder enjuagarla al vaciarla y volver a introducirla limpia, pero para la cantidad de tampax que usaba antes (unos 10 al día) a la cantidad que uso ahora (1 o 2 si es que salgo en mis dos días más abundantes) me merece muchísimo la pena, económicamente, ecológicamente y psicológicamente. Ahora sé exactamente qué color, cantidad y textura tiene mi sangre cada día de mi menstruación. Me saco la copa, la vacio en el retrete, como es sangre fresca NO HUELE ABSOLUTAMENTE NADA. Tiro de la cisterna, enjuago la copa y para adentro otra vez. No hay papeleras con tampax ensangrentados descomponiéndose, no hay mal olor. Puedo ponerme la copa mientras me ducho, seguir duchandome sin problemas y estar super limpia al salir.
Yo la recomiendo absolutamente. Si quieres hacerme alguna consulta escribeme un comentario y te responderé encantada.
¡¡Que tengas una buena menstruacion!!
sábado, 22 de octubre de 2016
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