miércoles, 10 de marzo de 2021

Lo que he aprendido en 30 años

 No voy a cumplir 30 sino 32, pero teniendo en cuenta que los dos primeros años de nuestra vida nos dedicamos a aprender a caminar, hablar y pedir; creo que estamos bien. 

He aprendido que toda acción buena, toda acción mala y toda no acción tienen su consecuencia en la historia. 

He aprendido que cuando empiezo a ver como mi vida se torna gris tengo que limpiar los cristales de mi percepción y empezar a enfocarme de nuevo en las cosas que tengo que agradecer, porque no es que haya más problemas, es simplemente que he olvidado los demás placeres de la vida. 

He aprendido que cuando tengo un problema tengo que buscar la solución antes de contárselo a alguien más, si necesito contarlo,  hacerlo exponiendo el problema con la menor cantidad de emociones asociadas para no hacer de mi problema, un problema para el otro, y siempre en el caso de que esa persona pueda ayudarme con el problema o si necesito su punto de vista y jamas contar algo por el cotilleo. Hay que pensar seriamente en las consecuencias de las cosas que decimos, sobre todo de los problemas. 

He aprendido que algunas veces la gente se pierde, otras veces perdemos a la gente por nuestras acciones y otras veces lo que la gente pierde es la vida, en el sentido de desperdiciarla y en el literal. Y de esto he aprendido que perderemos a todo el mundo en un sentido u otro a lo largo de la vida, pero que no podemos desperdiciarla sufriendo la pérdida de alguien mientras aún tenemos el privilegio de disfrutarlos. Es como comerte la caja de bombones llorando porque sabes que se va a acabar. 

He aprendido que nadie puede dejar un vicio, cuidarse, curarse o ser feliz si NO decide hacerlo plenamente convencido. Que las parejas solo te aportan más felicidad si ya la tienes y que cualquier frase que te des a ti mismo para no hacer algo solo son escusas para no esforzarte a conseguir tu objetivo. Para todas las cosas existen mil caminos y solo se te ocurren escusas. Sí que puedes. 

He aprendido que la clave para la superación personal radica en comprender, no que todo esfuerzo tenga su recompensa sino al contrario, que toda recompensa exige un esfuerzo. Hay que estar dispuesto a pagarlo ya que nada es gratis y no hay nadie más miserable que el que por ignorante, sufre el éxito que otro se ganó con su constancia. 

He aprendido que me queda mucho por aprender, pero que la voluntad de querer saber es el tomo más valioso de la enciclopedia.

He aprendido que la gente toma sus buenas decisiones basándose en sus experiencias y creencias. Y que como las primeras van aumentando y las segundas cambiando por las primeras, tenemos muchas posibilidades de arrepentirnos de lo que nuestro yo del pasado decidió, pero comprender que hicimos lo mejor que pudimos dentro de nuestros valores y experiencias nos hará perdonarnos a nosotros mismos.

He aprendido que es mejor no pensar mucho en ello; pero hay que estar preparado para lo que sea. Incluso para que la gente te falle, es inteligente pensar que hay una pequeña posibilidad en todo el mundo de una traición pero saberlo no debería impedirte apreciar su presencia. 

He aprendido que llega un momento en el que hay que desaprender. Desmontar todo lo que te enseñaron para volver a montarlo a tu manera. Porque son otros tiempos, la gente se relaciona distinto y los niños nacen ya con los ojos abiertos. 


He aprendido que probablemente pronto mi lista será mucho más grande. Cuando lea vuestros comentarios disfrutando vuestra presencia mientras me la regalais. 

Namasté :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Cómo es posible?

 Un día me pregunté cómo alguien era capaz de encargarse de otra vida a la misma vez que seguir viviendo la suya, y me convertí en mamá.  De...