Querida yo a los 40

 Hola, soy tú a los 32. ¿Cómo estás? Espero que te lo pregunten a menudo. ¿Por fin dejaste de sufrir? ¿Mantuviste lo que alcanzamos?

Tengo que decirte que por fin me siento orgullosa de mi misma. He alcanzado en apenas 5 meses la mitad de lo que quería haber conseguido en los últimos 10 años. Y se siente bien, muy bien, tan bonito como un beso en los labios de un alma hermosa. 

Querida yo, me encamino hacia la libertad. Creí que era la financiera la que querría haber conseguido a los 40 pero definitivamente lo que quiero es un alma libre. Libre para hacer o no hacer, libre para caminar, libre para hablar, libre para amar. Libre para ser yo sin tener miedo. Libre para volar libre sin que nadie corte mis alas. 

Querida yo, QUERIDA YO, ¡nunca me di cuenta de cuanto nos quiero! Nunca hasta ahora, porque desde ahora siempre seré querida aunque solo sea por mi misma. Y aunque no necesito nada más, si alguien más te quiere, no tengas miedo, déjate querer porque las cosas buenas multiplicadas valen el doble. 

Que te traten sano y te quieran bonito. Que tu casa sea un hogar, un santuario y un nido de amor. Que tus hijos sean muy felices. Y que no haya mal que penetre tu burbuja infinita de bienestar. 

Pero querida yo, ¿sabes cual ha sido mi logro más importante? Darme cuenta de que el libro de nuestra vida no se escribe en pasado, sino en futuro. 

Querida yo, que sigas siendo feliz.

Fdo: Tu feliz querida yo del pasado.