lunes, 31 de mayo de 2021

Un dia terrible

Hoy he tenido un día de locos y como no puedo hablar con ninguna amiga pues solo me queda el blog para mi desahogo. Ha amanecido muy gris pero sin llegar a llover, bochornoso pero con ráfagas de frío, exactamente así ha ido mi día. 

Me he despertado para ir a trabajar y he llevado a mis hijos al colegio. Mi jefe me ha dicho que ya había cobrado y cuando he mirado la nómina veo menos dinero del que debería de venir escrito, muy poca diferencia, pero me gusta entender por qué ocurren ciertas cosas en mi vida así que le pregunté, por curiosidad, sin malos rollos. Por lo visto me dieron de alta el lunes 3 y no el día 1 porque fue sábado. Nada grave, ningún problema real, sigo teniendo trabajo. 

Toda la mañana resfriada o con una alergia de muerte (o con un covid muy suave, who knows) le digo a mi jefe en modo broma que va a tener que empezar a cobrarme el papel del baño (en realidad ya lo había hecho descontándome dos días, ironías). Llega un cliente muy cabreado porque no le quieren devolver la fianza del alquiler porque ha dejado una mancha en la encimera que no se quita ni con aguarrás y se pone a gritar diciendo que nos va a denunciar y que así va España dando un gran portazo al salir por la puerta de cristal de la oficina. Menos mal que yo estando resfriada no me quito la mascarilla y no se va a quedar con mi cara. 

Me llaman del colegio, que vaya a firmar unos papeles al salir y así lo hice. Que hambre, qué frio pero papeles firmados y por fin tengo los papeles del comedor escolar y las extraescolares que tanto necesitaré el curso que viene. 

Almuerzo y me hecho a dormir. Llevaba dos meses sin soñar y por fin entro en Rem para tres cuartos de hora de sueño que fueron interrumpidos por mis hijos unas tres veces. 

Me despierto y me acuerdo de que no he rellenado las matrículas, no le he mandado al abogado los papeles del neurólogo para que lo envíe al más allá, no he sacado mi vida laboral, no le he mandado al ayuntamiento un email para coger cita pronto con el padrón porque me hace falta para la ley de dependencia de mi hijo, no he mandado el paquete que tengo que enviar a correos y tampoco he ido al banco a sacar el dinero que le tengo que devolver a mi jefe de los 1000€ que me prestó para comprar el coche. Genial, poquitas cosas y yo durmiendo. Al menos mi madre me había hecho el café.

Me tomo el café, me repeino y me voy al trabajo. Luego tres horitas tranquila haciendo cosas muy importantes pero sin llegar a salvar el mundo. Me manda mi abogado un email que no me gusta nada y aprovecho para reenviarle el formulario que espero gestione debidamente porque ya estoy muy hasta el coñette de las responsabilidades de adultos. 

Salgo y voy al banco, a la zapatería a por los zapatos que me encantaron ayer pero ya no hay mi número. 

Me vuelvo a casa con las manos vacías pero al menos tengo los bolsillos un poco más llenos. Llego y Jay tiene que hacer tarea, y yo también, mucha tarea. Relleno las matrículas y veo que necesito papeles de custodia de esos que están en francés y ha gestionado el gobierno de Canadá y de los que España reniega completamente. Genial, genial... de puta madre todo.

Los niños están nerviosos, Jayden no hace tarea y mi hija no para de hablar de cacas, culos y chochetes. Me pregunta mi madre que por qué la niña se lleva todo el día hablando de genitales y a estas alturas yo ya tengo ganas de llorar, pero no puedo ser irresponsable, aún me queda lavarme el pelo. 

Niños gritando mientras yo mando emails super importantes. Que frío, que hambre y que sucia me siento. 

Ceno y luego los mando a dormir en cuatro gritos. Cuando ya están en la cama metidos Jay tiene caca y Eli se pone a llorar porque echa de menos a su padre. Luego me ducho, por fin. 

Me encantaría hablar con alguien pero se me ha olvidado en la oficina el cargador del móvil, por eso sólo me queda el blog. Igual debería estar mandando algún email, siendo responsable y haciendo cosas de adultos... pero como no sea un poco irresponsable a estas alturas lo voy a mandar todo a tomar por culo. 

Dicen que cuando uno está muy en la mierda tiene que agradecer las cosas buenas que le pasan, así que nada, aquí van mis 3 cosas para agradecer hoy: Mi madre me hizo el café... Tengo trabajo (aunque no me de la vida), tengo familia (peculiar pero los tengo que querer), tengo salud (que espero que mejore), tengo coche (aunque esté como está), tengo un techo aunque no sea mío y haya ocupas abajo que no me dejan dormir, tengo un cuerpo (o cuerpazo depende de cuanto haya comido) y tengo futuro. Me queda eso, el futuro, los sueños, las ilusiones, las esperanzas de que todo saldrá bien y algún día pasaré las noches abrazada a alguien sin pensar en otros asuntos personales. Me devuelve la ilusión saber que sigo siendo alguien que sueña... y alguien que ama sin miedos, a pesar de los años, a pesar de los daños.

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