sábado, 19 de junio de 2021

Y quien me quiera... ¿Qué debería saber de mi?

 

Hoy he tenido un día maravilloso de éstos que hacen que existir merezca la pena. He estado en una reunión familiar, de esas que se solían hacer cuando yo era niña. 

Recuerdo esos momentos como los mejores de mi vida. Los hombres jugando al dominó, las mujeres bebiendo cerveza muertas de risa hablando de cosas que no entendía. Mis primos bañándose en la piscina mientras simplemente eran ellos mismos. Un entorno seguro donde nadie se juzgaba, donde no hacía falta ponerse maquillaje o ir conjuntada, donde los niños eran libres y donde cada uno elegía a quien arrimarse sin que nadie se molestase por ello. 

Hoy he vivido eso que tanto añoraba con mis hijos: Mi padre jugando al dominó con sus cuñados mientras mi madre y mis tías se tomaban una cerveza charlando de cosas que por fin entiendo. Mis hijos jugando con sus primos al pilla pilla y a juegos de mesa después de haberse dado un buen chapuzón en la piscina. Yo tomando el sol contemplando la escena que tanto tiempo tuvo lugar sólo en mis ansiedades y mis nostalgias. 

Allí estaba yo, sentada con mis primas hablando de lo bien que me va la vida. Escuchando música relajada sabiendo que podía marcharme en mi propio coche cuando me diera la gana. Se me llenaba el pecho pensando que estaba justo donde quería estar, con algunos problemas aparcados en el maletero, pero viviendo aquel precioso instante. Un cielo azul, un perro del tamaño de un caballo, una oveja que se creía que el perro era su madre, un pájaro amarillo que volaba libre y volvía, gallinas picoteando el suelo, bebés gatitos de ojos azul intenso, un chihuahua que se creía enorme, niños felices corriendo, a veces llantos, risas, gente, libertad de ser, vida... 

Reconozco que hoy en algún momento hablé de amor. De aquel amor honesto y puro que todos deberíamos tener. En aquel precioso instante pensé, "aquí estoy yo, siendo quien soy, viviendo lo que me gusta, con el corazón lleno" ¿y quien soy yo? ¿y en qué momento de la vida estoy? ¿y qué es lo que me gusta? ¿y qué debería saber esa hipotética persona con la que quizás algún día compartiré algo más que mis ratos libres?

Quien me quiera debería saber que esto es lo que me devuelve las fuerzas. Mis genes, mi clan, mi verdadera patria: Mi familia. Esa palabra para mi no son sólo mis padres o mis hijos. Mi familia es todo aquel que entra por las puertas de ese campo. Una vez me privaron de eso y duró 17 años. Una vez alguien decidió no ser uno más. Una vez dejé de ser feliz y no volverá a ocurrirme de nuevo por nadie. 

Quizás quien me quiera también debería saber que los animales son mi pasión y que hay dos cosas que jamás dejaría tirada en la calle, una cría a la que pueda salvar o un mueble que pueda restaurar.  Esto me recuerda contarle que soy un poco manitas aunque no siempre termine lo que empiezo. Y alguna vez me he encontrado cosas que han sido una responsabilidad mal llevada pero lo contrario me habría quitado el sueño por sabe dios cuanto tiempo. 

Allí también tenían un huerto como el que yo algún día tendré. Porque me encanta sentir que se recoge lo que se siembra y porque me gustaría poder regalar salud a los que quiero. También me gusta saber que he conseguido algo por mis propios méritos y aplaudirme sola por lo que consigo. 

Igual esa hipotética persona, también debería saber que igual soy esa madre ejemplar que les lee cuentos antes de dormir, les hace zumos naturales y galletas caseras, que los ignoro mientras lloran por haberse raspado la rodilla o que los dejo para irme de fiesta sin remordimiento alguno. Que a veces parezco un poco bipolar ahora que vivo con mis padres y que grito demasiado aunque siempre procure no ofender a nadie. 

Que no me gusta que me digan lo que tengo que hacer aunque adore escuchar y dar consejos. Que no me gusta que se meta en mi vida quien no le corresponde. Que me gusta que den la confianza de que voy a hacerlo bien. Que odio cualquier mínima falta de respeto. Que soy alguien que pierde la paciencia cuando tengo sueño o hambre así que quizás soy la loca que se sienta a comer primero con los niños aunque luego sea también la primera que se pone a fregar los platos. 

Quizás también debería saber que somos tantos que tardará al menos dos veranos en aprender cual es la relación que cada miembro de mi famila tiene conmigo.  Que me junto con muchos tipos de persona; algunos son cultos, otros tienen negocios, otros son pintorescos y otros de barrio, y tendrá que aceptarlos a todos mis amigos por quienes son. Que igual soy capaz de sentarme a hablar educadamente con los cultos, a hablar de negocios, de arte o a fumarme un cigarro con los que decidieron no decidir nada de su propia vida. 

¿Y quien soy yo si no una loca que romantiza cada cosa que vive y que sueña cada cosa por llegar? Una hippy que adora el campo, una bruja que pide deseos a la luna, una pija a la que le gusta tener las uñas hechas, una artista en las sombras, una friki del conocimiento y una madre muy familiar que a la vez sabe encontrar tiempo para sí misma. 

Esa persona que algún día quizás esté ayudando a mi primo a camperizar su furgoneta, tomándose una cerveza con nosotros o jugando al fútbol con los niños, debería saber que en los momentos más felices de mi vida vivo saltando de evento familiar en evento familiar y que estoy deseando vivirlo con alguien que lo disfrute tanto como yo. 

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