Me encanta cuando yo misma no entiendo mis emociones y de repente se me repite una canción en la cabeza que me relata exactamente lo que me está ocurriendo...
Hoy me puse a cantar repetidamente Writting on the Wall de Sam Smith.
Esa canción habla de una persona que se está enamorando y del miedo que da. Sí joder. Miedo no, pánico.
Cuando nos asustamos nos alejamos para no sentir porque el más mínimo riesgo a sufrir nos duele demasiado. Y empiezas a decir gilipolleces para no crear momentos de unión e incluso de decir lo contrario de lo que piensas, como que el otro no te importa lo suficiente con la esperanza de creértelo tú mism . Cierras la puerta del corazón y afuera todo lo que se habla es diversión y sexo porque ya no es un lenguaje que venga del alma.
Mirar a alguien a los ojos y querer ver algo adentro, no de sus ojos sino de su mirada y se nos remueva algo en las entrañas, como si se despertase algo que estaba dormido. Sentir que te has conectado energéticamente con alguien, que os sentís aunque no estéis juntos y que os habéis vuelto magnéticos para el otro.
Tener un compromiso con alguien en que sois cómplices de todo lo que ocurre afuera de vuestro círculo y dónde os prioriceis el uno al otro por encima de todo lo demás. Pero en lugar de elegir sentirnos así elegimos tener miedo y olvidarnos de amar.
Pero así te sientes vacío. Siempre te falta algo, nada te llena suficiente, porque nada es lo suficientemente profundo... Eso me pasa, a mí y probablemente a ti también, ahora o en algún momento de tu pasado.
Lo que más miedo me da no soy yo no queriendo volver a sentir, es que es en esto que está evolucionando la sociedad al completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario